Kenia: la Iglesia pide ayuda humanitaria para los afectados por las inundaciones

Las crecidas -provocadas por lluvias torrenciales, a las que se suma el colapso de una represa- desplazaron a más de 130.000 personas y ya hay más de un centenar de víctimas fatales en todo el país.

Al menos 46 personas murieron luego de que una represa colapsara en una localidad al noroeste de Nairobi, la capital de Kenia, en medio de lluvias torrenciales que castigaron al país africano. Entre las víctimas provocadas por ese hecho, hay hasta el momento 29 adultos y 17 niños.

El embalse, llamado Vieja Represa de Kijabe, está localizado en el área de Mai Mahiu, del Gran Valle del Rift, zona proclive a experimentar inundaciones causantes de muertes y que, por esas paradojas de la historia, habría sido el asiento de los primeros seres humanos hace 230 mil años, según recientes estudios.

Kenia y gran parte del este de África llevan varias semanas sufriendo lluvias estacionales más intensas de lo habitual, agravadas por el fenómeno de El Niño, lo cual ya se cobró la vida de unas 120 personas en total. Por su parte, el gobierno keniano pidió a la población que se preparara para lluvias aún más intensas.

El Niño es un fenómeno climático natural, que comienza con un inusual aumento de la temperatura del agua en el Pacífico ecuatorial central y oriental, lo cual luego cambia el clima en todo el mundo.

Las inundaciones sumergieron casas e instalaciones públicas, y las crecidas de los ríos han arrasado aldeas, convertido las rutas en cauces temporales y desplazado a más de 130.000 personas en el país, muchas de ellas en Nairobi, según cifras oficiales. Las escuelas permanecen cerradas tras las últimas vacaciones a causa de las fuertes lluvias.

En medio de las graves inundaciones, el arzobispo de Nyeri, monseñor Anthony Muheria, pidió apoyo humanitario para ayudar a las miles de personas desplazadas y expresó la cercanía de la iglesia respecto de las poblaciones afectadas.

“Queremos estar muy cerca de ustedes, mientras atraviesan el dolor de la pérdida y sienten el peso de estas inundaciones”, dijo el arzobispo en un llamamiento grabado el 28 de abril, pronunciado en swahili.

El arzobispo Muheria, vicepresidente de la conferencia episcopal de Kenia, dijo que, si bien el país estaba agradecido por la bendición de las lluvias, que siguieron a un período de grave sequía, las precipitaciones tuvieron tanta fuerza que provocaron inundaciones destructivas.

“Desafortunadamente, se perdieron vidas y muchas personas se vieron afectadas de diversas maneras. Sus casas, propiedades y cultivos fueron arrasados; incluso las vacas y las cabras fueron arrastradas por el agua en muchos casos”, dijo.

El Departamento Meteorológico de Kenia advirtió sobre más lluvias, y que el número de personas afectadas por las inundaciones seguiría aumentando. Hasta el momento, las inundaciones habían sumergido al menos 27.000 acres de tierras de cultivo, mientras que las aguas habían matado aproximadamente 4.800 cabezas de ganado. La Cruz Roja de Kenia instaló 59 campamentos para acoger a personas desplazadas. La organización humanitaria también rescató a 350 personas atrapadas por las inundaciones.

El arzobispo Muheria dijo que Dios estaba llamando a los cristianos y a las personas de buena voluntad a ayudar, en todos los sentidos, a las personas afectadas por las devastadoras inundaciones.

“Por eso, estamos lanzando este llamamiento, para que cada persona dé lo que pueda para ayudar. Ya sea colchones, mantas, ollas, comida, ropa, cualquier cosa que pueda ayudar a los niños y familias enteras que han sido afectados por las inundaciones”, dijo.

Las parroquias actuarán como punto de recogida, mientras que las donaciones en efectivo se canalizarán a través de una cuenta de dinero móvil.

“Un poco de dinero, un poco de harina, incluso ropa… El buen samaritano que encuentra al hombre afligido al costado del camino somos nosotros”, dijo el arzobispo, instando a hacer donaciones.

El Ministerio de Educación del país dijo que se estima que 100 escuelas están inundadas, y que en algunos casos las paredes de las aulas se derrumbaron y los techos volaron. Las escuelas permanecerán cerradas durante una semana, informó dicha repartición estatal.

El gobierno,por su parte, anunció que proporcionará asentamientos y refugios alternativos a los desplazados por las inundaciones y cubrirá sus necesidades básicas, incluidos alimentos y otros artículos no alimentarios.+

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