Franciso aseguró que “la intención de reparar y tomar medidas concretas es esencial para el proceso de reconciliación y el retorno de la paz al corazón”.
Con motivo del 350° aniversario de las apariciones de Jesús en Paray-le-Monial, el Papa recibió a los participantes en la conferencia internacional “Reparar lo irreparable”, organizada en Roma por el santuario francés. Creyendo que la reparación completa es a veces imposible, el Santo Padre aseguró que “la intención de reparar y tomar medidas concretas es esencial para el proceso de reconciliación y el retorno de la paz al corazón”.
En su discurso, el Santo Padre recordó en primer lugar la dimensión social de la reparación en el Antiguo Testamento: “Era un acto de justicia destinado a salvaguardar la vida social”, inspirado en la ley del talión. Por otro lado, en el Nuevo Testamento la reparación adquiere una dimensión espiritual y “se manifiesta plenamente en el sacrificio de la cruz”, explicó.
“Por tanto, la reparación contribuye a la reconciliación de los hombres entre sí, pero también a la reconciliación con Dios, porque el mal cometido contra el prójimo es también una ofensa cometida contra Dios”. Al igual que la conferencia, que dedica dos medias jornadas de estudio a la reparación de las personas víctimas de abusos en el seno de la Iglesia, el Papa se mostró indignado: “¿Cuántas lágrimas corren aún por las mejillas de Dios mientras nuestro mundo conoce numerosos abusos contra la dignidad de la persona, incluso dentro del Pueblo de Dios?”
“La reparación completa a veces parece imposible”
“La reparación total a veces parece imposible, cuando los bienes, los seres queridos, se pierden permanentemente o cuando las situaciones se vuelven irreversibles”, explicó. Para entrar en un proceso de reconciliación y volver a la paz del corazón, “es imprescindible la intención de reparar y tomar medidas concretas”.
El sucesor de Pedro destacó las dos actitudes esenciales para que la reparación no sea un simple acto de justicia conmutativa, sino que sea verdaderamente cristiana y toque el corazón de la persona ofendida. “Pedir perdón reabre el diálogo y demuestra el deseo de reencontrarse en la caridad fraterna”, argumentó Francisco, retomando la imagen de la parábola del hijo pródigo (Lc 15,21).
“La reparación, incluso el inicio de la reparación o simplemente el deseo de reparar, autentica la petición de perdón, manifiesta su profundidad, su sinceridad, toca el corazón del hermano, lo consuela y suscita en él la acogida de la petición de perdón. Así, si lo irreparable no puede repararse completamente, el amor siempre puede renacer, haciendo soportable la herida”.
Renovar la práctica de la reparación en el Sacre-Cœur
Para concluir, el pontífice animó a los participantes en la conferencia a “renovar y profundizar el significado de esta hermosa práctica de reparación al Sagrado Corazón de Jesús” que lamentó que esté “un poco olvidada o erróneamente considerada obsoleta”.
El jubileo de los 350 años de las apariciones de Jesús en Paray-le-Monial finalizará en junio de 2025.+