El prelado argentino ya está en la Basílica de la Agonía, en Jerusalén. Antes pasó por Roma, donde se encontró con el Papa y le transmitió su decisión de trabajar pastoralmente en la tierra de Jesús.
Monseñor Carlos Malfa, obispo emérito de Chascomús, viajó a Roma, donde fue recibido por el Papa Francisco, a quien le comunicó su decisión de ir a trabajar pastoralmente a Tierra Santa.
El prelado argentino prestará su servicio en la misión y las obras de la Custodia de Tierra Santa, confiada por la Iglesia a la Orden de los Hermanos Menores u Orden franciscana.
En efecto, luego de su entrevista con el Papa, el prelado viajó a Tel Aviv y ya se encuentra en Jerusalén, en la basílica de la Agonía, en Getsemaní, ubicada en el bíblico Monte de los Olivos.
Mar del Plata, Pironio y el Episcopado
Carlos Humberto Malfa nació en Mar del Plata el 13 de noviembre de 1948. Fue ordenado sacerdote el 28 de diciembre de 1978, en la catedral de Mar del Plata, por Mons. Rómulo García, en ese entonces obispo de la diócesis. El 20 de mayo de 2000 fue elegido obispo de Chascomús por Juan Pablo II.
Ordenado obispo en Mar del Plata el 21 de julio de 2000 por Mons. Santos Abril y Castelló, nuncio apostólico, (los coconsagrantes fueron Mons. José María Arancedo, obispo de Mar del Plata, y Mons. Rómulo García, arzobispo de Bahía Blanca), tomó posesión de la sede e inició su ministerio pastoral como cuarto obispo de Chascomús, el 29 de julio de 2000.
Es licenciado en Psicología (por la Universidad Nacional de Mar del Plata) y licenciado en Sagrada Teología (por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino [Angelicum] de Roma).
En la Conferencia Episcopal Argentina, fue presidente de la Comisión de Migraciones y Turismo. También fue secretario general de la CEA durante dos períodos y presidió el Consejo de Asuntos Jurídicos.
El 16 de diciembre de 2023, durante la ceremonia de beatificación del cardenal Eduardo Pironio frente a la basílica de Luján, Malfa -que había sido secretario del entonces obispo de Mar del Plata— leyó, entre lágrimas, la carta apostólica en español declarando beato al purpurado.
Al día siguiente, concelebró una misa de acción de gracias por la beatificación de Pironio, durante la que aseguró: “Pironio es todo de Dios”.
El papa Francisco le aceptó la renuncia por edad el 9 de enero de 2024.+