Del 17 al 20 de julio se celebra en Kigali, por primera vez en África, una convención de 6.000 mujeres para compartir proyectos virtuosos que se pongan en sistema para impulsar un enfoque femenino en la construcción de sociedades más sostenibles e integradas. Habla de ello la directora Lia Beltrami, que participa en nombre del Observatorio Mundial de la Mujer, presentando la exposición “Women’s cry” y la película “In-Visibles”, obras apoyadas por el Dicasterio para la Comunicación.
También participó quien fuera la esposa de Nelson Mandela, Graça Machel, en la inauguración de la Conferencia Internacional Women Deliver 2023, uno de los mayores encuentros multisectoriales para promover la igualdad de género, que se celebra cada tres años, ahora por primera vez en África, en Kigali, Ruanda, del 17 al 20 de julio. Una convención de todo el mundo en la que dialogan y comparten buenas prácticas grupos de la sociedad civil, gobiernos, particulares, fundaciones y organizaciones benéficas, organizaciones juveniles y comunidades que se enfrentan a la discriminación sistémica. Seis mil mujeres de todo el planeta para promover el cambio.
Una red de mujeres para superar la invisibilidad
El programa es apretado, concebido no sólo en presencia sino también en línea, con mesas redondas sobre temas que van de la sanidad a la economía, de la educación al arte. En la inauguración el 17 de julio, estuvieron presentes, entre otros, los presidentes de Ruanda, Senegal, Etiopía y Guinea. En representación del Observatorio Mundial de la Mujer participó Lia Beltrami, cineasta y directora de arte, autora de la exposición Women’s Cry, que, junto con el documental In-Visibles, aterriza en los espacios dedicados al evento. Un proyecto itinerante, apoyado también por el Dicasterio para la Comunicación
Lia Beltrami en compañía de una de las mujeres africanas en Kigali
“Trabajar en red, este es el punto fuerte”, es lo que resume la directora mientras participa en lo que se presenta como un auténtico baño de humanidad femenina que quiere salir de la clandestinidad, del anonimato, de la invisibilidad para actuar como un volante de bienestar y de integración social efectiva. “Hay fundaciones, premios internacionales, premios Nobel, hay un gran movimiento – dice Lia-, entre otras cosas, aquí se presentan todas las start-ups llevadas a cabo por mujeres en Ruanda, por ejemplo. A través de las mujeres trabajamos por una construcción diferente, partiendo de las cicatrices de la guerra”.