El obispo de San Juan de Cuyo también explica que, en los tres capítulos del documento, hay varias aportaciones relativas a la mujer a las que hay que prestar atención. Algunos hablan de su realidad y del nuevo lugar que deben tener dentro de la Iglesia, lo que implica -subraya- “una respuesta concreta”. Otro aporte importante es el que se refiere a la dimensión sinodal y participativa que sitúa el protagonismo de la mujer en la Iglesia y en la sociedad; dentro de las líneas de actuación sugeridas. “Necesitamos conversión personal y pastoral -asegura- porque son desafíos que nos empujan a examinar nuestras estructuras y estilos de trabajo en cada comunidad”. En este sentido, subraya que “nuestras sociedades siguen siendo, en muchos aspectos, patriarcales y sexistas,
En cuanto a la participación de la mujer en la Iglesia, Monseñor Jorge Lozano tiene claro que “las mujeres son tan invisibles como esenciales” y asegura que hay que aceptar que “en la Iglesia hay formas de discriminación”, lo que se convierte -se dice- “motivo para pedir la inclusión de la mujer en la liturgia, la creación de nuevos ministerios o más espacios de estudios teológicos y de toma de decisiones en las comunidades cristianas”.