La llegada a la capital de Mongolia, Ulán Bator, está prevista para las 10 del 1 de septiembre (hora local) y sus primeros compromisos empezarán el sábado 2 de septiembre.
El Papa Francisco despegó hacia Ulán Bator, capital de la República de Mongolia, este jueves 31 de agosto a las 18.41 (hora de Roma) desde el Aeropuerto Internacional de Roma – Fiumicino. En el ITA Airways A330 viajan los integrantes del séquito pontificio y periodistas de todo el mundo.
El arribo del Santo Padre al Aeropuerto Chinggis Khaan está previsto para las 10 de la mañana (hora local) del viernes 1º de septiembre (alrededor de las 23 del jueves en la Argentina). Posteriormente, tendrá lugar el recibimiento oficial. Para dicha jornada no hay actividades programadas. La agenda oficial del pontífice iniciará el sábado 2 de septiembre y concluirá el lunes 4 de septiembre.
El avión sobrevolará el espacio aéreo de: Italia, Croacia, Bosnia Herzegovina, Serbia/Montenegro, Bulgaria,Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Kazajstán, China y Mongolia.
A punto de partir, el Papa envió un telegrama, como es habitual, al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella. Dirigió “un cordial saludo” al mandatario y a todos los italianos, “que acompaño con deseos de fecundo compromiso por el bien común y una oración a Dios para que sostenga a cuantos trabajan con iniciativas de solidaridad”.
Se trata de una visita histórica, pues es la primera vez que un Papa pisa el suelo mongol, un país que cuenta con unos 1500 católicos. El lema que inspira esta visita apostólica es Hoping Together (Esperando juntos) y fue elegido para resaltar los dos aspectos de la visita del Santo Padre a Mongolia, que es a la vez una visita pastoral y una visita de Estado. El viaje fue confirmado el 3 de junio pasado.
Antes de salir de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco saludó a 12 jóvenes de diversas nacionalidades, huéspedes del Dormitorio ‘Don de la Misericordia’, que en los últimos días han ayudado al Dicasterio para el Servicio de la Caridad en los preparativos para el envío de víveres a Ucrania, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
