Aunque el sacerdote es frecuentemente consultado sobre la fe y la Iglesia Católica en distintos programas de televisión, dijo a ACI Prensa que fue claro con los productores del exitoso programa: “Yo no soy una celebridad”.
El sacerdote mexicano explicó que “la idea no surgió de mí, sino de la televisora a la que no sólo he apoyado mucho en transmisiones religiosas, sino también en servicios pastorales en diversas áreas”.
“Me dijeron que el público me tiene mucho cariño y que seguramente le gustaría verme en un programa así. Yo argumenté que, en cuanto a los alimentos, yo sé cocinar sólo lo básico y más bien mi preocupación con los alimentos es ayudar a que lleguen a las personas que carecen de ellos”, añadió.
“Sin embargo, acepté participar en el programa porque vi la oportunidad de llevar el mensaje y los valores del Evangelio más allá de mi parroquia, a un ambiente en el que muchas veces se está lejos de Dios. Y además, para dar testimonio de que se puede convivir con personas de distinto credo o pensamiento”, añadió.
Para el P. Aguilar, “los tiempos actuales obligan a que los sacerdotes no nos conformemos con que los fieles lleguen a la parroquia, sino que nos preocupemos por llegar a los fieles que no llegan, a los más alejados”.
“En este tiempo, la gente que escucha al sacerdote en la iglesia pueden ser, qué te diré, centenares. En cambio, se multiplica el número cuando el sacerdote utiliza las redes sociales y los medios de comunicación”, destacó.
Como ejemplo, indicó que la Misa dominical que transmite a través de redes sociales llega a más de 40 mil personas.
“Y creo que también la televisión abierta puede ser una oportunidad para llegar a los más alejados” y “dar testimonio de fe y hablar de los valores del Evangelio”.
“Pero, sobre todo, para que la gente sienta a un sacerdote cercano, porque a veces nos ven demasiado lejanos o ven al sacerdote como si no fuera humano”, indicó.
La TV, un mundo “muy complejo”
El P. José de Jesús Aguilar reconoció que “el mundo de las televisoras es muy complejo y nada fácil. Puedes encontrar ateos, enemigos de la fe, críticos muy fuertes a la Iglesia, personas de otras religiones”.
“Pero también puedes encontrar algunas personas católicas, practicantes y otras no tanto, y personas de muy buena voluntad. Y es ahí donde se puede hacer mucho”, precisó.
El sacerdote también abordó el desafío que significa que “en los últimos años diversos pastores y algunos artistas o presentadores evangélicos, llamados cristianos, han hecho mucho proselitismo y han ganado a muchos adeptos del mundo de la televisión”.
“Creo que nos toca también a nosotros los sacerdotes y a los laicos no descuidar estas áreas que no siempre son tomadas en cuenta”, dijo.
El solo hecho de que algunos de los participantes puedan tener ocasión de recurrir a él para sacramentos como el de la Confesión, dijo, hace que su participación valga la pena.
“¿Te imaginas el Sacramento de la Confesión en un programa como este?”, preguntó.
Dificultades “afuera del programa y adentro”
Para el P. Aguilar, es posible que con esta participación en Masterchef se encuentre dificultades, tanto “afuera del programa y adentro del programa”.
“Quienes creen que el sacerdote debe estar solo en su parroquia y no salir a otros ambientes se van a molestar y me van a criticar, pensando que solo me la paso en la televisión”, señaló.
Estas personas, dijo, desconocen “todo el trabajo que hago en mi parroquia, los diversos cursos que doy, mis dos programas de radio donde evangelizo e incluso tengo la Biblia en versión radionovela”.
También podrían molestarse “las personas que no saben que soy capellán de una orden que ayuda a la gente con lepra, además de estar restaurando totalmente mi parroquia y muchas cosas más”, señaló.
“En cuanto a la gente de dentro del programa, también habrá quienes tengan prejuicios y me descalifiquen simplemente por ser sacerdote, pensando que voy a hacer proselitismo o que voy a imponer ideas”, indicó.
“Esto me ha sucedido en varias ocasiones, pero cuando la gente me conoce se logran tener relaciones muy buenas, de respeto y de verdadera amistad”, añadió.
Dar gracias a Dios por los alimentos de una forma especial
El P. José de Jesús Aguilar, que pasa actualmente por una serie de análisis para descartar un posible cáncer, indicó que en su situación actual, en la que le es complicado digerir los alimentos, recuerda que “no basta agradecer por los alimentos que se tienen y también quién los prepara, sino también hay que agradecer porque se pueden consumir, que se pueden digerir”.
“Para mí el tomar en cuenta esto me hace darle un valor especial a los alimentos”, aseguró.
“En realidad yo como en forma muy sencilla, casi nunca voy a restaurantes y, además, por mi problema de salud, a veces hago una sola comida al día”, dijo.
Sin embargo, reconoció que ocasionalmente disfruta de platos típicos mexicanos, como “el llamado taco placero de chicharrón durito, con guacamole y pico de gallo con tortillas, calientitas. O también un buen plato de frijoles con cebollita y chile picados, o una simple carne asada”.
